El desencanto
Para sufrir un desencanto, primero se tiene que haber estado encantado. No sé si será el término más apropiado, pero el desánimo y el hartazgo de los dogmas democráticos que sufren los ciudadanos se parece mucho al desencanto.
Qué ideal puede sobrevivir a la tragedia de no poder dar nada más que una comida al día a los propios hijos (noticia vista en el telediario de hoy mismo). Cuántos años se ha de estar en situación de desempleo para no echar la culpa al sistema de su desgracia. Un "Sistema" implacable con los ciudadanos y que solo tiene al equilibrio de unos balances económicos como fin y unico objetivo de su misión de existir, en apariencia.
La alternativa a la democracia es el Totalitarismo pero las penalidades hacen muy fácil pensar que cualquier otra cosa sería mejor que esto. Lo fácil es decir: la democracia en su momento más débil; las instituciones están desautorizadas por "el pueblo" en plena transición de un mundo que "muere" y de otro que nace, pero que no se sabe cómo va a ser (sic)... podría estar diciendo lugares comunes (sandeces la mayoría) hasta que me cansara, pero creo que es más constructivo fijar las bases de algunos conceptos que, por muy bien que nos fuera economicamente o muy mal nos vaya ahora, nunca debimos de olvidar.
1.- El primer artículo del Título Preliminar de nuestra Constitución dice así:
2.- La individualidad del ciudadano que vive en sociedad es relativa. Seamos republicanos o no, el Rey nos representa. Pasa lo mismo con los partidos, los políticos son nuestros representantes por más que digan los indignados "que no nos representan". Los sindicatos podrán ser unos "vendidos" como dicen muchos, pero representan a los trabajadores; puede que no nos guste, pero es así.
3.- La democracia no busca la solución óptima para cada problema, busca la solución que más apoyos tenga dentro de la ciudadanía. Eso es muy bueno para hacer estable un sistema, pero tiene el "peligro" de que los ciudadanos siempre tienen que estar alerta para perticipar, mejorar la democracia e impedir ser víctimas de populismos, fanatismos y manipuladores.
¿Lo quieres cambiar? pues preséntate a unas elecciones, convence, gana y cámbialo. ¿Mucho curro? Bienvenido al mundo donde las cosas cuestan. Cuesta tiempo, cuesta dinero y cuesta salud. En democracia, los atajos siempre son de doble sentido; lo mismo valen para los "buenos" que para los "malos".
¿Compensa? Yo creo que sí, pero justificarlo da para un post o quizás dos. ;)
Qué ideal puede sobrevivir a la tragedia de no poder dar nada más que una comida al día a los propios hijos (noticia vista en el telediario de hoy mismo). Cuántos años se ha de estar en situación de desempleo para no echar la culpa al sistema de su desgracia. Un "Sistema" implacable con los ciudadanos y que solo tiene al equilibrio de unos balances económicos como fin y unico objetivo de su misión de existir, en apariencia.
La alternativa a la democracia es el Totalitarismo pero las penalidades hacen muy fácil pensar que cualquier otra cosa sería mejor que esto. Lo fácil es decir: la democracia en su momento más débil; las instituciones están desautorizadas por "el pueblo" en plena transición de un mundo que "muere" y de otro que nace, pero que no se sabe cómo va a ser (sic)... podría estar diciendo lugares comunes (sandeces la mayoría) hasta que me cansara, pero creo que es más constructivo fijar las bases de algunos conceptos que, por muy bien que nos fuera economicamente o muy mal nos vaya ahora, nunca debimos de olvidar.
1.- El primer artículo del Título Preliminar de nuestra Constitución dice así:
1.2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado
2.- La individualidad del ciudadano que vive en sociedad es relativa. Seamos republicanos o no, el Rey nos representa. Pasa lo mismo con los partidos, los políticos son nuestros representantes por más que digan los indignados "que no nos representan". Los sindicatos podrán ser unos "vendidos" como dicen muchos, pero representan a los trabajadores; puede que no nos guste, pero es así.
3.- La democracia no busca la solución óptima para cada problema, busca la solución que más apoyos tenga dentro de la ciudadanía. Eso es muy bueno para hacer estable un sistema, pero tiene el "peligro" de que los ciudadanos siempre tienen que estar alerta para perticipar, mejorar la democracia e impedir ser víctimas de populismos, fanatismos y manipuladores.
¿Lo quieres cambiar? pues preséntate a unas elecciones, convence, gana y cámbialo. ¿Mucho curro? Bienvenido al mundo donde las cosas cuestan. Cuesta tiempo, cuesta dinero y cuesta salud. En democracia, los atajos siempre son de doble sentido; lo mismo valen para los "buenos" que para los "malos".
¿Compensa? Yo creo que sí, pero justificarlo da para un post o quizás dos. ;)
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