PERSEPOLIS
Hace unos días tenía una conversación con una persona muy querida. Entre copa de Brugal y Johnny Walker, debatíamos sobre el hecho de que los heroes, a menudo, debían actuar desde fuera de su marco social para ser reconocidos como tales; o sea que su propia condición les convierte en outsiders, con todas las implicaciones que la palabra conlleva. Entiéndase como heroes a toda persona que, por medio de su carisma, de su capacidad de compromiso y coherencia personal, se convierte en un referente para otros muchos (la mayoría) que anteponen a este tipo de valores otra serie de intereses personales, más relacionados con la propia supervivencia que con la moral; algo totalmente propio del ser humano. Pero es también su naturaleza humana, lo que crea en las conciencias de esta mayoría, la necesidad de reconocerse, aunque sea por un momento, en las virtudes de estos heroes fuera de onda.
Creo que Marjane Satrapi es una de estas heroinas "outsider".
Persepolis es una deliciosa película autobiográfica de animación, adaptada del cómic homónimo, que cuenta la vida de Marjie, una niña criada en un ambiente familiar progresista, en el Irán de finales de los setenta. El gobierno del Sha, la revolución islámica, el régimen de los integristas, son etapas por las que Marjie navega, con las velas de su ingenuidad infantil desplegadas a todo trapo. Una velas que, según pasa el tiempo, se ven cada vez más rasgadas por el viento implacable de la realidad que la rodea.
Marjie es una niña criada para una libertad que, de pronto, le prohiben ejercer. Pero su personalidad, su caracter y la profunda convicción en los valores en que ha sido educada, le hace plantar cara a esa realidad, e iniciar una camino hacia la madurez que, en algunos momentos le llevará por el camino de la amargura, hasta conducirla por fin... (no, mejor no lo cuento)
Marjane cuenta su historia de una manera directa, alternando momentos muy duros con giros humorísticos de una espontaneidad entrañable, propia de la ingenua visión infantil que Marjie tiene de los acontecimientos que se desarrollan a su alrededor.
Por supuesto, a medida que la peli avanza y ella va creciendo, esa ingenuidad se pierde para dar paso a un sentimiento de decepción y vacío personal, propio de aquel que está harto de pegarse leches contra los molinos viento.
El tono y, en muchos caso, el estilo del dibujo, me recordó a otra película entrañable: "When the wind blows".
Persepolis se proyecta subtitulada, en versión original francesa.
2 comentarios:
La acabo de ver la película y me parece fantástica. Tiene un ritmo, un estilo de dibujo que ayudan a contar la historia de manera muy eficaz.¡Cómo es posible una involución tan tremenda!
Toda una heroína de carne y hueso, que me ha hecho recordar todas las calamidades que hubo en este país.
GRACIAS POR LA RECOMENDACIÓN
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