A mí juicio, algunas personas que reclaman unas primarias lo hacen solo para cambiar al líder por otro que le sea más simpático/a. El motivo es legítimo pero no debería ser el único. ¿Para qué unas primarias? ¿Son necesarias? ¿Pros y contras?
Desconfío del que participa de procesos en cualquier organización, y después de perder, le echa la culpa a las reglas de juego de todas sus desgracias; es el vicio del mal perdedor. Los estatutos del PSOE se debaten una vez cada cuatro años, es ahí donde se han de hacer las modificaciones de los mecanismos de elección de los candidatos a los puestos públicos y de los cargos orgánicos, si bien es cierto que la última vez que se debió de producir este debate no se produjo; en el 38 congreso del PSOE (febrero de 2012), Rubalcaba prometió una Conferencia de Organización para tratar estos temas, al final, se ha cambiado por la Conferencia Política de noviembre de 2013, por lo que creo que se debe meditar la propuesta de las primarias en el PSOE para las elecciones al congreso.
En teoría, unas primarias en un partido político solo tiene ventajas; en un entorno ideal, las distintas facciones de un partido político se disputan en un corto periodo de tiempo el puesto a elegir y una vez acabado este proceso, se cierran filas con el ganador y se presenta a la ciudadanía el mejor candidato posible...en un entorno ideal. La realidad es que las diferencias entre los candidatos son objeto de debate público fuera del entorno del partido, con el consiguiente desgaste de la imagen; y que el ganador de unas primarias ha de convivir con una organización (la comisión ejecutiva) que no ha sido elegida por él y puede no tener la confianza mutua necesaria para llevar su proyecto a cabo. El paradigma de esta situación quizás sea la victoria de Josep Borrell ante el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, en las primarias del año 1998. Todo esto es el peor escenario posible: La ciudadanía, que es ajena a un proceso interno del que no puede participar, es testigo de las miserias internas de una organización que no puede anteponer sus intereses personales para dirimir sus diferencias internas. Incluso en el mejor de los casos, no deja de ser un proceso interno, del que poco o nada puede ser aprovechado como trampolín promocional para el candidato ganador, puesto que la ciudadanía simpatizante no está invitada. A este respecto, cabe decir que el sistema de primarias en EEUU y en Francia sí tienen en cuenta a los simpatizantes y la celebración de primarias sirve como revulsivo social al proyecto político ganador.
Otro problema es que la Comisión Ejecutiva del PSOE no deja de ser un “consejo de ministros” del Secretario General, puesto que ha sido él quien ha propuesto a sus miembros; la irrupción de un ganador de primarias que no haya sido propuesto por esa Comisión Ejecutiva crea una bicefalia de difícil convivencia. Con los estatutos en la mano, el candidato tiene que seguir las directivas políticas de la Comisión Ejecutiva o el Comité de Electoral (órgano que sustituye a la Comisión Ejecutiva en el periodo de campaña electoral), a la vez que estos dos órganos, han de consensuar las peticiones del candidato de cara a la campaña electoral.
Mi propuesta para organizar las primarias del PSOE para elecciones al congreso.
Unas primarias abiertas a la ciudadanía en la que puedan participar los simpatizantes y las organizaciones afines.
La buena convivencia entre los órganos ejecutivos del partido y el candidato no se puede dejar a la buena voluntad de sus integrantes. Si el candidato ganador en unas primarias es elegido, además de por los afiliados, por los simpatizantes que se acercan libremente a las sedes socialistas, tiene “suficiente legitimidad” para designar la mayoría de Comité de Electoral, que ha de ser operativo lo antes posible desde la elección del candidato. La “suficiente legitimidad” viene dada de ser el preferido de la porción más grande de sus posibles electores, afiliados/as y simpatizantes; sin ese apoyo, siendo Secretario General del PSOE, tiene razones más que suficientes para dejar de ser el jefe de la dirección política del partido.
Por lo tanto, ¿a qué tenemos miedo? ¿qué nos impide normalizar lo que debería ser un sano ejercicio de aproximación a la ciudadanía? Espero que la próxima Conferencia Política del PSOE vaya francamente por el camino de ilusionar a la sociedad por medio de la elección de nuestros candidatos, es decir, por unas PRIMARIAS ABIERTAS.
Una vez que hayamos experimentado las primarias abiertas en la elección del candidato nacional, quedaría por ver si el modelo es exportable a la elección de candidatos autonómicos y locales, yo creo que sí... ¿tú qué opinas?
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