El Día de Votación

Amanecía el día 27 de Mayo y Él ya estaba despierto. Se duchó, se puso el uniforme no oficial de cualquier joven de su edad –vaqueros, zapatillas y camiseta-, y se fue corriendo al quiosco a comprar su diario favorito, luego se dirigió a la cafetería de su barrio, encontrándose con el cierre bajado. Miró el reloj y pensó que todavía era muy temprano. Él iba a ser interventor del partido socialista en una mesa electoral del colegio de su barrio y por eso se había levantado tan temprano. La contrariedad de encontrarse la cafetería cerrada le hizo pensar, que eso podía ser un mal presagio, pero justo antes de darse media vuelta vio que por dentro Juan, el camarero, empezaba a subir el cierre. Una vez desayunado y andando hacía el colegio recordó las normas y reglamentos de los primeros momentos de constitución de la mesa electoral. “A ver… primero preguntó por el presidente, luego le enseño mi credencial…. Espero que los vocales y el presidente sean majos…“ no le dio tiempo a pensar mucho más, porque a poco de entrar en el colegio y dirigirse a la mesa ya había por lo menos 8 personas en corro al lado de dos urnas vacías.

- Buenos días. ¿El presidente?- En un alarde de reflejos y observación del género de la mayoría de las personas que formaban el coro, en una décima de segundos Él añadió.

- ¿o presidenta?

- No ha llegado todavía. Yo soy la segunda suplente.

- Ahh.. bueno, pues esperaremos…

La segunda suplente era una muchacha joven y bien vestida. Parece que la idea de que al final se tuviera que quedar durante todo el día, había pasado de una posibilidad remota a una realidad a golpe de segundo. Ya pasaban diez minutos de las ocho, a Él ya le había dado tiempo de presentase a los interventores de Izquierda Unida y el Partido Popular, cuando un representante de la junta electoral se acerca al grupo y pregunta por el presidente. Le decimos que todavía no ha llegado, vuelve a preguntar por el primer suplente, y obtiene la misma respuesta. La siguiente pregunta del representante tiene a la muchacha, que había conocido hace diez minutos, como respuesta. Luego preguntó dos veces más, y ya no tuvo que hacer más preguntas. Sólo afirmó:

- La mesa queda constituida con ustedes tres. El resto de suplentes se pueden marchar.

Luego la pregunta que hacen las vocales y la presidenta con todo su cuerpo es: ¿Y ahora que?.

Él y el resto de interventores se presentan en forma de aluvión a los componentes de la mesa, y sin tiempo para más les indican que lo primero que hay que hacer es abrir una caja de cartón con etiquetas fosforescentes que se encuentra al lado de las urnas.

Él tenía la impresión que esa caja, repleta de papeles y formularios, era el mayor temor de las vocales y presidenta de la mesa, pero ellas, resueltas la abren y muestran el contenido, afortunadamente las chicas son muy inteligentes y se hacen con el control enseguida. Rellenan el acta de constitución y nos dan una copia a cada uno de los interventores. Como en los formulario hay que poner los nombres de todos los que estamos, Él se entera que la presidenta se llama Alejandra pero todo el mundo la llama Sandra y que las vocales se llaman Mari Carmen e Isabel, los interventores se llaman Félix de IU y Pablo del PP. Él intenta observar si alguno de los presentes muestra algún signo de hostilidad o animadversión que pueda ser un mal presagio para el resto del día. Pero conforme va pasando el tiempo baja gradualmente la guardia porque todo el mundo se trata con cordialidad y respeto. Incluso entre los interventores, parece que gana el sentimiento que hay entre colegas de profesión que el que pueda existir entre adversarios. Para las nueve entran las primeras personas para votar y a las nueve y media Él ya se da cuenta que la participación va a ser más baja que las anteriores. La frecuencia con las que se acercan a la mesa es cansina y a veces Él duda que se llegue al cincuenta por ciento, sobre todo si llega a llover por la tarde. Pero, siempre hay algo de que hablar en la mesa electoral, Sandra cuenta que está apunto de casarse y ésta va a ser la última vez que vote en Torrejón, Mari Carmen protesta porque no sabe a quién reclamar las cinco horas de descanso para el día siguiente, que son las que le corresponden a cualquier vocal asalariado por cuenta ajena, porque ella es ama de casa y sus niños y su marido no le van a poner fácil la concesión del permiso, e Isabel la otra vocal, que es técnico de laboratorio está esperando a que la llamen para las vacaciones para hacer sustituciones en un hospital. Para Él siempre es motivo de satisfacción el ver como el azar junta a un puñado de personas y las hace protagonistas de un buen día, un día en el que se deciden cosas, cosas importantes, pero por encima de todo, están las personas, su capacidad de empatizar y de, simplemente, llevarse bien para realizar un trabajo.

El día de la votación es el día en el que ciudadanos con preocupaciones, eligen ideas al servicio de las personas. Ciudadanos dentro de un sistema, que ayudan a mejorarlo y aportan su grano de arena. Esto exige un pequeño esfuerzo, pero un esfuerzo que no es tan grande como el que exigió a mucha gente, no hace tanto tiempo, para que tuviéramos el derecho a votar. Reconocer los retos parece que fue más fácil hace 70 años, pero esos retos exigían un esfuerzo muy alto, ahora lo complicado es ver los retos, aunque el esfuerzo es menor, o a lo mejor, se ve que ahora es un esfuerzo demasiado alto el estar informado en un periodo de paz a coger un fúsil en un periodo de guerra.

Para Él el momento más emocionante de la votación fue cuando un anciano, haciendo un gran esfuerzo al andar y que, por el aspecto de sus gafas y sus ojos no debía de ver muy bien, se presenta delante de la mesa, con el carnet en una mano y un bastón en la otra preguntando si era ahí donde tenía que votar. La presidenta le mira el carnet y la vocal dice que efectivamente es en esa mesa es donde tiene que votar, pero que tiene que coger el voto y le indica el lugar donde están las papeletas y los sobres de votación. La labor de elegir una de las papeletas a todas luces era demasiado para ese anciano, y Él se ofrece para cantarle las candidaturas.

- Venga usted aquí. Que yo se las canto y sólo tiene que decirme cual es la que quiere, que yo se las pongo en el sobre.- dijo Él- ¿le parece bien?

- Si… hijo la que usted me diga me parecerá bien.

- Yo no puedo hacer eso señor. – En ese momento Él se dio cuenta del lío en el que estaba .

- Bueno, pues dígamelas.

- Verá. Empiezo por orden de colocación. Partido Socialista Obrero Español, Izquierda Unida, Partido Popular..,- En ese punto Él se dio cuenta que le quedaban por lo menos 15 candidaturas para cantar – y dudaba si el poder de retentiva del anciano iba a aguantar- aunque el anciano le interrumpió.

- El Partido Socialista está bien.

Él casi hubiera preferido que hubiese sido otro, no obstante el proceso de elección se realizó en voz deliberadamente alta y a escasos 2 metros de la mesa y bajo la atenta mirada de sus integrantes.

A Él sólo se le ocurrió decir a sus compañeras de la mesa:

- Vaya marrón.

Él pensó en toda la gente que no hace ni la décima parte del esfuerzo de ese anciano para votar, y que si le volvía a pasar algo parecido no juzgaría la facultad de nadie como suficiente para el lo pudiera ayudar sólo.

El que no vota, no sólo no aporta, si no que hace más tediosa la labor de las vocales, presidenta e interventores de la mesa, todos reconocen que cuanta más gente venga más rápido se pasa el tiempo. Para hacer más amena la estancia, la mesa de Él concurría con la otra mesa de la sala, en el concurso de saber cual de las dos iba teniendo más votos. Al final ganó la mesa de Él, pero eso lo descubrió después del recuento y de saber que el concurso más importante del día lo había perdido.

El recuento se hizo limpio y con la colaboración de todos los miembros de la mesa, el PSOE sacó más de 80 votos al PP y tuvimos un 70% de participación, pero las malas noticias llegaron pronto. En el recuento de todo el municipio el PSOE tuvo 12 concejales, IU uno a falta de 66 papeletas para el llegar al segundo concejal y el PP 14, con sólo el 62,8 por ciento de participación. Y para colmo, los resultados en la comunidad fueron peor.

Cuando todo estuvo listo y recogido Él se despidió de sus compañeras del día agradeciendo sinceramente el trabajo tan excelente que habían realizado. Felicitó a Pablo y le deseo suerte en el futuro.

Él y el resto de compañeros del PSOE se fueron a la agrupación a asumir el nuevo estado que los ciudadanos les habían otorgado en el ayuntamiento y la comunidad, la oposición.


0 comentarios:

Copyright © 2013. BloggerSpice.com - All Rights Reserved
Customized by: MohammadFazle Rabbi | Powered by: BS
Designed by: Tilabs