Donostia... es la hostia
Una experiencia que me confirma que las fronteras y los nacionalismos solo están en la mente de los que quieran hacer fe de ello. Buena gente, buen ambiente, buena energía: Local Recalde en la calle Aldemar de Donostia (el número no me acuerdo). Lo que importa son las personas. Gracias Manu, Mikel, ¿Agustín? (es que los cubatas pesan en la memoria) y a todos por hacernos sentir como en casa. Una noche inolvidable. ¡Aupa amigos!
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