Qué dirá la historia de nosotros: La familia
Artículo complemento de este otro: Qué dirá la historia de nosotros
La institución más primaria que tiene el ser humano es la familia. Los liberales económicos, católicos y caóticos, la están atacando sin freno, pues los padres y madres, ambos trabajadores a la fuerza(1), ya no pueden educar por si solos a sus hijos y necesitan la ayuda de terceros para cuidarlos, lo que significa para el que no tenga abuelos, padres o hermanos, desembolsar mucho dinero para guarderías, dinero que también necesitan para pagar una hipoteca cada vez más alta por motivos especulativos.
Siempre pensé que el anticonceptivo más eficaz era la subida de la vivienda, causa por la que nunca he visto manifestarse a obispos y católicos.
El efecto inmediato es la proliferación de las familias que no tienen o sólo tienen un hijo, con el tremendo cambio que supone eso en los referentes de los valores de empatía, generosidad, afecto...etc. de los pequeños, y de las prioridades de los padres, al ser un único vástago la oportunidad de tener descendencia y la sobre-protección que ello conlleva. A parte de la significativa desaparición en unas pocas décadas, de los vínculos de necesidad y respeto que tenían las familias con sus mayores, con el vecindario y su aporte en la educación y socialización de los niños, otro problema es la degradación que ha sufrido el sistema educativo público, política sectorial a la que me referiré en su momento.
Sin querer hacer de este artículo un estudio detallado sobre el tema, motivo de que no se den referentes técnicos, voy a aventurar una afirmación muy subjetiva.
Quizás en Jerusalén en el año cero, lo podían tener más peligroso, pero a mi juicio, estamos en la época más difícil para ser un niño/a.
(1) Fíjense en esta sentencia referente la modelo economico actual, porque la verán repetida en muchos de los análisis de esta serie.
La institución más primaria que tiene el ser humano es la familia. Los liberales económicos, católicos y caóticos, la están atacando sin freno, pues los padres y madres, ambos trabajadores a la fuerza(1), ya no pueden educar por si solos a sus hijos y necesitan la ayuda de terceros para cuidarlos, lo que significa para el que no tenga abuelos, padres o hermanos, desembolsar mucho dinero para guarderías, dinero que también necesitan para pagar una hipoteca cada vez más alta por motivos especulativos.
Siempre pensé que el anticonceptivo más eficaz era la subida de la vivienda, causa por la que nunca he visto manifestarse a obispos y católicos.
El efecto inmediato es la proliferación de las familias que no tienen o sólo tienen un hijo, con el tremendo cambio que supone eso en los referentes de los valores de empatía, generosidad, afecto...etc. de los pequeños, y de las prioridades de los padres, al ser un único vástago la oportunidad de tener descendencia y la sobre-protección que ello conlleva. A parte de la significativa desaparición en unas pocas décadas, de los vínculos de necesidad y respeto que tenían las familias con sus mayores, con el vecindario y su aporte en la educación y socialización de los niños, otro problema es la degradación que ha sufrido el sistema educativo público, política sectorial a la que me referiré en su momento.
Sin querer hacer de este artículo un estudio detallado sobre el tema, motivo de que no se den referentes técnicos, voy a aventurar una afirmación muy subjetiva.
Quizás en Jerusalén en el año cero, lo podían tener más peligroso, pero a mi juicio, estamos en la época más difícil para ser un niño/a.
(1) Fíjense en esta sentencia referente la modelo economico actual, porque la verán repetida en muchos de los análisis de esta serie.
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